Me fuí del universo

 A lo que llamamos meditación puede ser un viaje con retorno físico, más no emocional, hacia las máximas lejanias del mismo cosmos, dónde jamás llegará un cuerpo humano pero si nuestro ser astral/espiritual.

Así fue que me ha pasado a mí, que cuando medito y dejó que mi consciencia vuele, comienzo a ver cómo se aleja mi ser interior y veo como la velocidad de la luz es solo una limitante para la materia. Sin embargo, nosotros como seres multidimensionales, podemos llegar a los lugares más lejanos que existen e incluso entablar comunicación (básica) con otras especies que estén en la misma frecuencia.

En mi caso, noté que a medida que te vas alejando de tu cuerpo, de alguna manera tu espíritu crece a dimensiones exorbitantes, ya que no tengo otra explicación para poder cuantificar la cantidad de sucesos que son capaces de ser visibles sin un tamaño inmenso, como atravesar planetas, sistemas, galaxias, cúmulos, agujeros negros y hasta "la tapa" del universo.

Les contaré más en una próxima entrada, mientras tanto, medita y disfruta 💕


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